17/01/2011. 09:40 horas de la mañana y cerca de 170 personas sentadas, aún pensando en lo bien que se estaba en la cama. De repente, una voz penetra el ambiente. El comandante, que en un perfecto inglés, por desgracia para el 80 % del pasaje, nos explica que deberemos asumir un retraso de dos horas y media debido a las condiciones meteorológicas en Madrid. Asumirlo, sin más, sentaditos en nuestro asientos.
Sin desembarcar, sin un aperitivo...tan sólo la una burda traducción llevada a cabo por una TCP novel y un vaso de agua por persona. No quiero criticar el hecho, sino las formas.
Millones de euros invertidos en mantener Barajas operativo en condiciones de baja visiblidad no da pie a que cientos de vuelos se hayan visto retrasados o cancelados. Una vez más, una mala decisión y un gasto inútil.
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