martes, 15 de febrero de 2011

Contador, a political pawn

Nunca he sido de situarme al lado del juzgado...nuca he querido expresar mi opinión en casos de injusticia deportiva...nunca he sabido si merecía la pena poner la mano en el fuego por alguien...pero en esta ocasión, todos mis pensamientos se han visto confirmados. La política abarca todos los campos que nos rodean, es capaz de inmiscuirse en temas que le quedan lejos y le sobrepasan...¿a qué se debe tanto protagonismo? ¿en qué momento lo han conseguido?
Tenemos a un gran campeón, Alberto Contador, que no para de cosechar éxitos y de llevar el nombre de España, Madrid o incluso de Pinto por el mundo. Una persona que en 2004 superó una enfermedad que casi le deja en el hospital y que, como ya hiciera un americano en su día, resurgió de las cenizas para convertirse en el mejor ciclista español de la historia.
Pero parece que nada es suficiente en este mundo de apariencias, juicios prematuros y prensa hambrienta. Como todos saben, no hace mucho se decidió abrir expediente por dopaje a este gran tipo. Una lástima pensé...pero immediatamente caí en la cuenta de que, quizás por una vez, el ciclista decía la verdad.
Ahora, tras millones de folios, miles de llamadas, cientos de análisis y unas cuantas apariciones televisivas, el Comité de Competición que hace tan sólo unas semanas lo juzgó culpable, da marcha atrás y rectifica ante la obviedad. Y es que hemos llegado al punto de que un presidente del gobierno, que por cierto tiene muchas cosas más de las que preocuparse, exprese su opinión. Todo un hito en la historia deportiva.
Y, aunque no quiero pensar mal, no veo por qué no puede ser que todo este escándalo se haya creado por envidias, motivos políticos y ganas de fama de la UCI...un organismo que parece creado para destruir el ciclismo.
Así que, desde aquí, mi más sentida enhorabuena a Alberto. Sólo tenemos que esperar hasta la siguiente carrera para que nos deslumbre con una actuación soberbia. Y a los otros, que les den. Que busquen en otro pozo, que este está vacío.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Porto, so close and so unknown...

Qué ciudad tan increíble. 3 noches en ella bastan para prenderte de su olor, su neblina o su colorido. Ropa tendida en medio de la calle, colgando de los innumerables tendederos o, incluso, colocada al sol en medio de la zona turística de la Ribiera...Espectacular. Si alguna ciudad en Europa tiene personalidad, esa es Oporto. No tiene complejos y se enorgullece de sus costumbres, de su idioma y de sus callejuelas adoquinadas.
Altamente recomendable, sólo hay que dejar fuera clichés y tópicos, liberar la mente y dejar que la ciudad se meta en tí...disfrutar de las maravillosas vistas que su plano accidentado ofrece, del magnífico Duero llegando a su destino o de la vecina Gaia y sus archiconocidas bodegas de vino...No hay rincón que no merezca la pena, aún incluso si te pierdes, estarás encontrando la esquina más atractiva de la urbe.
No han renunciado al progreso, darían una lección a muchas ciudades españolas, pero han sabido mantener la esencia que les hace únicos. Puedes pasar de visitar un edificio medieval, una iglesia barroca o la considerada tercera librería más bonita del mundo a montarte en uno de los Metros más modernos de Europa en un instante.
En fin, me encanta viajar y más si, como en este caso, te encuentras con una grata sorpresa en forma de personas, lugares y sensaciones.