Estos días se está celebrando la Barcelona World Race. Una impresionante regata en la que una tripulación de 2 deberá dar la vuelta al mundo sin escalas. Esta proeza significa pasarse casi tres meses en el mar, con la única compañía de tu compañer@.
Me resulta fascinante imaginarme lo que se tiene que sentir ahí. Soledad, miedo, alegría, tensión, nervios, compañerismo, hambre...Me parece una experiencia única y, por desgracia para los que amamos el mar, exclusiva para expertos.
Convivir noventa días encerrado en alta mar, con condiciones inimaginables para nosotros, con una sola persona, sin capacidad de escape debe ser agotador. De ahí sólo puede salir una amistad para toda la vida o una enemistad irreconciliable.
Es admirable que, con los tiempos que dicen que corren, haya gente que se lanze a vivir este tipo de aventuras, empresas que apuesten por el deporte y medios de comunicación que cubran eventos de este tipo. Me gustaría recordar que la carrera sale y termina en Barcelona, y como no podía ser de otra manera, la mejor ciudad de España volvió a dar una lección a todo el mundo de integración, amor por el deporte, conciencia ciudadana y participación. Es una ciudad que no se cansa de disfrutar actos, quizás porque cada vez que les toca agcoger uno, da el Do de pecho. Un aplauso desde aquí.
Y otro a esos 28 navegantes que ahora mismo estarán montando guardia en las cubiertas de sus modernos veleros rumbo a Canarias. Mucha suerte chic@s.
www.barcelonaworldrace.org
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